La implementación de controles de temperatura, según lo recomendado por los centros de Servicios de Medicare y Medicaid (CMS), así como preguntas de selección, pueden ayudar a determinar el COVID-19 y otros riesgos de enfermedades tanto para los pacientes como para el personal. Henry Schein Medical ofrece una gama de los termómetros sin contacto, los termómetros para la frente y las pistolas de temperatura más avanzados para proporcionar lecturas de temperatura rápidas, precisas y mínimamente invasivas.
Los termómetros desempeñan un papel fundamental en el seguimiento de las variaciones de la temperatura corporal que son indicativas de enfermedades o infecciones subyacentes. Dentro de nuestra gama de productos de la marca Henry Schein, descubrirá una gran variedad de soluciones de monitoreo de la temperatura. Estas incluyen sondas timpánicas digitales para lecturas precisas, termómetros infrarrojos sin contacto para mediciones no invasivas, termómetros digitales compactos ideales para el transporte, y un surtido de accesorios complementarios, como cubiertas protectoras y fundas desechables.
Los siguientes termómetros infrarrojos sin contacto de MedSource están diseñados como herramientas de detección clínica para medir la temperatura en la frente de bebés y adultos sin entrar en contacto con el cuerpo humano. Ambos dispositivos tienen la autorización 510(k) de la FDA. Una vez que encuentre el termómetro que se adapte a sus necesidades, complete el formulario. Nuestros especialistas en equipos médicos se comunicarán con usted para iniciar el proceso de compra.
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Un termómetro sin contacto, también conocido como termómetro infrarrojo, es una revolucionaria herramienta médica diseñada para medir la temperatura de forma precisa e higiénica. A diferencia de los termómetros tradicionales, que requieren contacto físico, los termómetros sin contacto utilizan una avanzada tecnología infrarroja para medir la temperatura corporal sin contacto directo con la piel. Esto no solo garantiza una experiencia más cómoda para los pacientes, sino que también reduce el riesgo de contaminación cruzada. Con solo apuntar el termómetro a la frente o a una zona específica, detecta y muestra rápidamente la temperatura corporal. Esto convierte a los termómetros sin contacto en un instrumento esencial para monitorear la temperatura de forma rápida y sin complicaciones, sobre todo en entornos médicos donde la precisión y la seguridad son primordiales.
La luz solar, el fuego y el carbón caliente son ejemplos de radiación infrarroja. Mientras más caliente esté el objeto, más radiación infrarroja se produce. Aunque la energía radiante es invisible para los ojos humanos, se puede sentir como calor.
Las moléculas, a medida que se mueven, emiten radiación infrarroja. Este tipo de radiación electromagnética es visible a cualquier temperatura por encima del cero absoluto. La velocidad de las moléculas aumenta a medida que sube la temperatura. Los termómetros para la frente están diseñados para detectar y medir la radiación resultante en todos los objetos, incluidos los seres humanos.
La luz infrarroja que se encuentra en los termómetros funciona en conjunto con una lente para enfocar la luz del objeto en una termopila que absorbe la radiación y la convierte en calor. Luego, ese calor se convierte en electricidad, que se envía a un detector para medir la temperatura del objetivo. Una vez que se registra esa temperatura, se muestra en la pantalla. Aunque aparentemente es un proceso complicado, por lo general, las lecturas de temperatura del termómetro infrarrojo se muestran en cuestión de segundos.
Cuando se utilizan correctamente, los termómetros para la frente son confiables. Debido a su naturaleza no invasiva, estos termómetros sin contacto suelen ser la opción preferida en entornos pediátricos o de oficina, en los que puede ser difícil obtener una lectura de temperatura interna. Su capacidad de proporcionar una evaluación rápida de la temperatura los hace especialmente habituales en las aplicaciones que involucran pruebas o evaluaciones del COVID, en las que su uso se ha convertido en parte de la práctica de detección estándar.
Al igual que todos los instrumentos médicos, la precisión depende en gran medida del uso. Seguir el procedimiento de funcionamiento recomendado por el fabricante ayuda a garantizar la precisión. Sin embargo, se debe tener en cuenta que los medicamentos para bajar la fiebre tendrán un efecto en las lecturas de los termómetros infrarrojos.
La temperatura normal de la frente, a menudo denominada temperatura corporal basal, suele oscilar entre 36,1 °C (97 °F) y 37,2 °C (99 °F) en la mayoría de las personas. Sin embargo, es importante tener en cuenta que pueden producirse variaciones individuales debidas a factores como la edad, el nivel de actividad y la hora del día. Comprender este intervalo sirve como punto de referencia crucial cuando se utiliza un termómetro para la frente sin contacto con el fin de evaluar la temperatura. Las desviaciones de este intervalo pueden indicar la presencia de fiebre o de un problema de salud subyacente, lo que requiere una evaluación y atención médica adicionales cuando sea necesario.
Fuente: https://www.omega.com/en-us/resources/infrared-thermometer-how-work https://health.clevelandclinic.org/are-infrared-thermometers-accurate/