¿Qué son los residuos médicos?

La Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos¹ define e identifica los residuos médicos como el subconjunto de residuos que se encuentran y se generan en un entorno de atención médica. Estos materiales pueden estar contaminados por materiales potencialmente infecciosos, incluidos sangre y fluidos corporales.

Agencias federales, incluidos la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, del inglés Food and Drug Administration), los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, del inglés Centers for Disease Control) y la Administración de Salud y Seguridad Ocupacional (OSHA, del inglés Occupational Safety and Health Administration) de los Estados Unidos, proporcionan cierto nivel de regulación respecto de los residuos médicos, al igual que los organismos de protección ambiental y de salud de muchos estados. Es importante supervisar las regulaciones individuales de su estado y territorio para garantizar el cumplimiento total en materia de manejo y eliminación de residuos médicos. La eliminación inadecuada de los residuos médicos puede tener como resultado un grave riesgo para la salud pública.

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Tipos comunes de residuos médicos

• Si bien los desechos generales o no peligrosos se clasifican por la incapacidad de su composición de producir daños físicos, radioactivos, químicos o biológicos, los entornos médicos a menudo generan una cantidad significativa de productos de residuo que requieren una manipulación y atención especiales.
• Residuos químicos: los metales pesados como el mercurio, los desinfectantes, los solventes, los limpiadores, las baterías y los reactivos son todos ejemplos de residuos químicos.
• Residuos citotóxicos o residuos de quimioterapia Las sustancias tóxicas, mutagénicas, teratogénicas, carcinogénicas, incluidos los medicamentos citotóxicos utilizados en el tratamiento contra el cáncer, se incluyen comúnmente en esta categoría.
• Residuos infecciosos: muestras de diagnóstico desechadas, vendas, envolturas, hisopos, guantes, desechos de autopsia, batas, máscaras, catéteres de succión, esponjas, cultivos de laboratorio, etc. son todos ejemplos de residuos infecciosos debido a su contacto, o posible contacto, con sangre y otros fluidos corporales.
• Residuos patológicos: Fluidos corporales eliminados durante la cirugía o autopsia, muestras quirúrgicas, tejidos, órganos y fluidos humanos, y animales de laboratorio infectados son todos ejemplos de residuos patológicos. A diferencia de otros residuos médicos, los patológicos pueden requerir procesos de eliminación adicionales, como el doble embolsado, el almacenamiento especial y la incineración.
• Residuos farmacéuticos: los medicamentos no utilizados, contaminados o vencidos, incluidas las vacunas, entran en esta categoría de residuos. Los principios activos en productos farmacéuticos pueden representar una amenaza medioambiental directa cuando se desechan de manera incorrecta. Además, la eliminación inadecuada de los medicamentos no utilizados puede contribuir al uso indebido.
• Residuos radioactivos: a diferencia de los desechos infecciosos, se pueden encontrar residuos radioactivos en los suministros médicos desechables comunes, incluidos guantes, hisopos de algodón, ropa y otros materiales absorbentes. A veces, las jeringas y las agujas también se incluyen en esta categoría. Cualquier producto contaminado con radionucleidos, incluidos materiales radioterapéuticos o materiales de diagnóstico radioactivos, se considera radioactivo. Los procedimientos relacionados con la medicina nuclear, la oncología por radiación y las exploraciones por tomografía por emisión de positrones (PET, del inglés Positron Emission Tomography) generan una parte significativa de esta categoría de residuos.
• Residuos punzantes: un “objeto punzante” es cualquier dispositivo con puntos o bordes lo suficientemente afilados para perforar o cortar la piel. Las agujas, los escalpelos, las cuchillas y las jeringas son elementos clave de esta categoría de residuos. Los objetos punzantes se encuentran en una variedad de entornos médicos y a menudo se utilizan en vacunas y tratamientos para la infertilidad, así como para administrar medicamentos para el tratamiento y el mantenimiento de alergias, artritis, diabetes, cáncer, VIH/SIDA, infertilidad, migraña, hepatitis y diversos trastornos sanguíneos.

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Prácticas recomendadas para residuos médicos

Los procedimientos reglamentarios para residuos peligrosos varían según el estado, el territorio y el organismo gubernamental. Asegurarse de que su personal pueda identificar los diversos tipos de residuos y comprender los numerosos riesgos asociados con los residuos en la atención médica son los primeros pasos fundamentales para garantizar el cumplimiento.

A continuación, se definen las prácticas recomendadas comunes:

1. cumplimiento estricto de las pautas descritas por su centro, así como por los organismos estatales y gubernamentales de regulación
2. separación inmediata de los residuos por tipo de peligro
3. etiquetado y códigos de color de residuos por tipo de peligro
4. cumplimiento estricto de los procesos y cronogramas de almacenamiento y transporte